El Banco del Tiempo

Imagínate que existe un banco, que cada mañana abona en tu cuenta la cantidad de 86.400 $.
Ese extraño banco, al mismo tiempo, no arrastra tu saldo de un día para otro: cada noche borra de tu cuenta el saldo que no has gastado.

¿Que harías?... imagino que retirar todos los días la cantidad que no has gastado, ¿no?
Pues bien: cada uno de nosotros tenemos ese banco... su nombre es Tiempo. Cada mañana, ese banco abona en tu cuenta personal 86.400 segundos. Cada noche ese banco borra de tu cuenta y da como perdida cualquier cantidad de ese saldo que no hayas invertido en algo provechoso.

Ese banco no arrastra saldos de un día a otro; no permite sobregiros. Cada día te abre una nueva cuenta.
Cada noche elimina los saldos del día. Si no usas tu saldo durante el día, tu eres el que pierdes. No puedes dar marcha atrás.
No existen cargos a cuenta del ingreso de mañana: debes vivir el presente con el saldo de hoy.

Por tanto, un buen consejo es que debes invertir tu tiempo de tal manera, que consigas lo mejor en salud, felicidad y éxito.
El reloj sigue su marcha... consigue lo máximo en el día.

Para darse cuenta del valor de un año, pregúntale a algún estudiante que repitió curso...
Para darse cuenta del valor de un mes, pregúntale a una madre que alumbro a un bebe prematuro...
Para darse cuenta del valor de una semana, pregúntale al editor de un semanario…
Para darse cuenta del valor de una hora, pregúntale a los amantes que esperan para encontrarse...
Para darse cuenta del valor de un minuto, pregúntale al viajero que perdió el tren...
Para darse cuenta del valor de un segundo, pregúntale a una persona que estuvo a punto de tener un accidente...
Para darse cuenta del valor de una milésima de segundo, pregúntale al deportista que ganó una medalla de plata en las olimpiadas….

Atesora cada momento que vivas; y ese tesoro tendrá mucho más valor si lo compartes con alguien especial, lo suficientemente especial como para dedicarle tu tiempo... y recuerda que el tiempo no espera por nadie.

"Darse Cuenta"

Este concepto es piedra angular cuando hablamos de procesos hacia el éxito personal y consecuentemente hacia lo laboral.
“Darse cuenta”, (llamado también autoconciencia) significa conocernos, es conocer nuestras fortalezas, nuestras debilidades, nuestras creencias, es conectarse con uno mismo.

Ahora bien, cuanto mayor es el conocimiento que tengo sobre mí, en mayor medida aprenderé a diferenciarme del otro, a no confundirme con el otro, y asumiré una postura más objetiva de los hechos.
¿Han pensado cuantas veces vamos por el mundo “sin estar atentos”, sin tener registro de nuestras necesidades, de nuestras emociones?

Es más…pasamos el tiempo sin reparar en el otro, en lo que le sucede, en su estado anímico. La rutina nos vuelve autómatas y no podemos diferenciar que me pertenece a mí y que le pertenece al otro, proyectamos nuestros enojos, nuestros miedos… en fin… no nos damos cuenta que nos pasa, ni qué pasa a nuestro alrededor.”

Es importante resaltar que uno de los beneficios del concepto de “darse cuenta”, es que a través de él, podemos reflexionar acerca de nuestras creencias, es decir podemos detectarlas y someterlas a prueba, podemos “darnos cuenta” de aquellas que hoy… nos están limitando y tomar así, acciones para modificarlas.